Este fin de semana pasado me ha ocurrido algo muy especial: gracias a una promoción de cuarenta y ocho horas en las que mi novela Un nudo tras otro ha estado colgada de forma gratuita en Amazon, ha entrado directa al número uno durante dos días enteros.
Número uno de Amazon. Así, como si nada. Como si yo entendiera lo que significa que cientos de personas me estuvieran entonces leyendo a la vez gracias a ello.
Aún con las neuronas revolucionadas y el aturdimiento de las sonrisas flojas, aquí vengo. Y como no podía ser de otra forma, esta semana he reflexionado mucho sobre el significado de un número uno, sobre las críticas duras, los halagos, sobre la necesidad de comunicar y de ser leída y sobre la parte más material de todo ello, la retribución justa que tiene el trabajo.
¿Qué significa ser exitoso? ¿Qué entendemos por alcanzar el éxito? El concepto no es solo personal, es además muy complejo. Como escritora lo entiendo desde una perspectiva nueva a la que siempre usé desde mi formación más psicológica. Como mujer, también. Quizá también como hija y como hermana, tal vez algún día como madre. No lo sé.
Pasar un fin de semana entero en el número 1 de los libros gratuitos que oferta Amazon (hablamos de cientos de miles de libros compartiendo lista conmigo) me ha enfrentado con una realidad palpable: el éxito, aunque efímero, existe —peroístas, antes de que alcéis el dedo os diré que en este post no tenéis hueco, porque estoy contenta-contenta—, y el orgullo y la satisfacción son sus amigos inseparables.
¿Qué es el éxito? ¿Es el éxito importante? ¿Están la fama, el reconocimiento y la riqueza en el mismo estante? Aquí mi aportación al tema.
Las 5 caras del éxito:
1. El éxito es reconocimiento:
Debe ser esta la cara con más consenso. El reconocimiento masivo, de muchos, o quizá uno acaso más modesto, pero a su vez más refinado. El reconocimiento propio: aquel que tiene más que ver con el orgullo y la satisfacción. Y luego está el reconocimiento con mayúsculas, aquel que viene de los que de verdad importan: aquellos que más quieres.

Si no es éxito esto, explicadme qué es entonces.
2. El éxito es un iceberg en el que los demás no perciben más que la punta de la pirámide:
Los medios de comunicación tienen gran parte de culpa en esto. Nos presentan productos brillantes y acabados. Nos enseñan la cara última de un camino largo, y de alguna forma engañan a nuestro cerebro, que se acostumbra a infravalorar el esfuerzo que hay bajo cada imagen. El otro día me decía mi peluquero: «Oye, pues lo de escribir libros me parece un chollo. Escribes un par de días a la semana y si te va bien te haces rico». Tan fácil, ¿verdad? Justo de eso hablo.
3. El éxito es camino más que meta:
Aunque tendamos a verlo justo del modo contrario. Decía Michael Jordan —esta va por ti, cariño, ¡baloncesto en mi blog!— que él podía lidiar con el fracaso, pero con lo que no podía lidiar era con no intentarlo. Y es justo ese volver a levantarse, ese fracasar constante con el que todos nos enfrentamos, el que define al exitoso y al fracasado.
4. La medida del éxito es cambiante:
Evoluciona con el tiempo y la persona. Lo que me parece éxito a principio del camino puede no parecérmelo tras recorrer unas cuantas curvas. No solo cambia porque avanzamos, también cambia porque cambiamos. Una vez en mi vida quise másquenadaenelmundo ser Psicóloga Clínica. Y allí quedó ese sueño, lejos muy lejos de aquí.
Los sueños cambian, y con ellos la medida de lo que consideramos exitoso en nuestra vida.
5. Nadie es exitoso en todo:
Siempre hay un pero. Si a uno le va bien en el trabajo, tiene salud, su relación de pareja va viento en popa, vive en una buena casa, tiene amigos cerca y su familia no tiene problemas mayores, entonces esa persona es objetivamente exitosa, ¿o no? ¿es feliz por ende? Felicidad y éxito no tienen por qué ser lo mismo. Gente con nada es feliz y gente con todo profundamente triste.
Así que hoy, si preguntas a la María que escribe aquí en este mismo instante si se siente exitosa, te dirá que sí: porque aprendió a valorar esfuerzos y a entender el significado de los fracasos. Porque se enorgullece de lo que lleva andado pero acepta con humildad que no está más que al principio del camino. Porque su marido lee con cariño todo lo que escribe y también su madre, y sus hermanos. Porque todos los días recibe mensajes bonitos de gente de muchos lados. Y porque sus sobrinos pasean un periódico con una foto suya, y si eso no es éxito, que alguien me explique entonces qué es.
Y si le preguntáis mañana, puede que os conteste justo lo contrario.
Cuéntame: ¿qué es para ti el éxito en tu vida? ¿crees que no es más que humo? ¿te sientes exitoso? ¿crees que el éxito es dinero, o fama, o reconocimiento, o exposición pública? ¿es tan importante ser exitoso como parecerlo? ¿será el éxito una quimera? ¿es ser exitoso ser feliz? ¿es ser feliz ser exitoso?
Con amor,
MF
Para mí, kipling comprendió absolutamente este concepto, condensado en esta dos frases, aunque el propio texto completo es una reflexión sobre esto mismo…. If….
“If you can meet with triumph and disaster
And treat those two imposters just the same;”
Hola JM, totalmente de acuerdo, qué versos más geniales. Triunfo y desastre: dos impostores. ¡Gracias por el comentario!