Pequeña María de tan pocos años,
Te escribo desde el futuro, a solo unos días de tu treintaidosavo cumpleaños. El ocho de agosto cada vez me pilla menos por sorpresa, y es por eso que me permito el lujo de anticiparme este año y darme un garbeo por el pasado, con la intención de chivarte las 32 cosas más importantes que he aprendido y que tú aprenderás solo cuando te toque. Nadie escarmienta por cabeza ajena ni tampoco por propia, así que no espero mucho de este encuentro.
De momento, me vale con que trates de tomar nota, que sé que ya escribes muy rápido. También sé que te comes las gomas de la parte de arriba de los lápices, pero podemos hablar de eso en otro momento. A lo que vamos. ¿Me oyes bien desde allí o alzo un poco más la voz?
Pues aquí va:
1. Vas a generar listas sin fin y vas a invertir eones en elaborarlas. Hazme caso, son para nada.
2. Disponer de tus reglas te va a resultar tan necesario como saltártelas. Confía en que sabrás cuándo tener que hacerlo.
3. Justo eso que te da tanto miedo quizá merezca la pena.
4. Escucha a los que te quieren, pero tú no acalles tus instintos.
5. El tiempo empleado en arte (lectura, cine, pintura, escultura y cualquier otra forma de arte) es tiempo invertido. Saca todos los días un rato para emple-arte en ello.
6. Tus errores son tan tú como tus logros: aprende a agradecerlos y a ser generosa con tus juicios contigo y con los demás.
7. La disciplina es la clave del éxito, el talento es un concepto efímero y desclasado.
8. Las cosas más malas, las realmente horribles, suceden un martes por la tarde a la hora de la siesta, sin que nadie las espere. No pierdas el tiempo esperándolas porque no podrás evitarlas.
9. El momento adecuado es una quimera.
10. Aprender una lengua nueva lo reordena todo en tu cabeza.
11. Nocilla light es un oxímoron y mejor que esto lo apuntes ya porque te prevendrá de más de un disgusto (lo mismo vale para el paté light y el fuet light).
12. No pidas perdón más veces de las necesarias, pero pídelo. La humildad no será tu mayor virtud y bien te servirá comenzar pronto a cultivarla.
13. Te obligarán a creer que la belleza es un concepto exclusivo y excluyente, pero como sucederá con tantas otras cosas, te encontrarás con una realidad compleja y vidriosa.
14. Mudarte a otro país multiplica tus vivencias.
15. Si a la primera no sales bien en la foto, haz otra. Si la persona que tienes delante del objetivo no tiene la paciencia necesaria para ello, entonces lo que tienes es que buscarte a otro. No te conformes.
16. Rodearte de personas tóxicas con ideas mediocres convierte tu vida en una nube de cenizas.
17. A veces seguir lo que te dicta el corazón significa perder la cabeza.
18. No hay nada malo en buscar la aprobación de los demás, pero no es el lugar correcto en el que depositar tu autoestima.
19. Cuando se te líe todo y la vida se convierta en una maraña incontrolable de problemas y enredos, recuerda esto: Un nudo tras otro.
20. No todos llamamos buen tiempo a lo mismo, que nadie te haga reevaluar tus gustos.
21. A veces vas a hacer daño a quien no se lo merece, y después te va a pesar mucho. Intenta pensarlo dos veces.
22. Toda la energía mental que inviertes en pensar en comida, peso y dietas es tiempo improductivo y que no se recupera. No esperes a Freud para explicarte aquello del arte y la energía sublimada.
23. “No” a veces se convierte en la mejor forma de demostrar amor.
24. Un día en el trabajo, en una conversación con tu jefe y con tus compañeros delante, vas a confundir snoring (roncar) con snorting (consumir cocaína) al referirte a alguien que todos conocéis. No será este el único gazapo que cometas una vez vivas en Londres, pero de lejos el más épico. Con evitarte este me conformo.
25. Esta es de Whitman, ya la leerás en unos años, pero si la apuntas ya eso que llevas adelantado: “Disfruta del pánico que te produce tener la vida por delante”. No esperes a tener todas las respuestas, seguramente no las tengas nunca.
26. Un día vas a encontrar a alguien que te va a sacar a bailar en la cocina, va a creer en ti más que tú misma y se va a entretener en pegar los trocitos rotos uno a uno, admirando cada una de las grietas como si de pequeñas obras de arte se tratara. No desistas.
27. Si no sueñas con ser princesa, ni te gusta jugar con muñecas, no pasa nada. No hay nada raro en ti.
28. Gonzalo ha puesto mucho empeño en que incluya esta: “Lo que pica al entrar, pica al salir”. Después de mucho batallar y a pesar de lo vulgar del asunto, he accedido porque entiendo que, de alguna forma extraña, también resulta una metáfora de la vida. O porque cada vez que la oigo me hace más gracia.
29. Cuando creas que has alcanzado tu límite, haz una prueba: inténtalo una vez más.
30. Habrá gente que te mire desde arriba y otra que lo haga desde abajo. Tú mantén la cabeza recta y la brújula siempre al norte, será la única forma de no perder el rumbo.
31. Cuando no sepas hasta dónde dar, no des hasta que te duela. Esto te va a costar aprenderlo, pero un día lo aceptarás.
32. Y la última, y la más importante. Quiero que te apuntes esta en la cubierta de ese cuaderno turquesa de forro roído y hojas sueltas que llevas contigo a todos lados, y que lo pongas en letras bien grandes para cuando las cosas se tuerzan y los ojos te piquen de lo mucho que habrás llorado. Coge el boli. ¿Lista? Apunta: Todo va a salir bien.
Y tú, si pudieras volver atrás y decirte a ti mismo solo una cosa, ¿cuál sería?
Con amor,
MF
Es curioso, hace unos días creé un #interrogantesmariamiguez haciendo este tipo de preguntas porque estoy segura de que todo el MUNDO se plantea este tipo de cuestiones. Ahora, ponerlas por escrito de la forma en que tú lo haces, eso ya son palabras mayores ( nunca mejor dicho), es increíble lo bien que dominas el lenguje al moldear premisas, reflexiones y pensamientos. Me encanta!! El resultado es espectacular. No me avergüenza decirte que al llegar a la 32 tenía los ojos llorosos y un recuerdo de mi misma a los 8 años, de pelo cortito, esmirriada y de mirada miedosa. Cuánto daría por poder decirle a aquella niña : Tranquila, disfruta de la vida porque todo va a salir bien.
Un abrazo de las niñas que fuimos, seguro que serían grandes amigas!!
Hola María,
Déjame decirte que, de un tiempo a esta parte, no sé di disfruto más escribiendo mis entradas o contestándote a las mismas. Siempre consigues que le dé una vuelta de tuerca más a cada reflexión, que escurra un poco más cada pensamiento, y eso me encanta.
Esto me hace pensar en que, quizá al llegar a los ochenta —si es que llegamos, espero que así sea— volvamos a mirar atrás y lo que nos queramos decir no diste tanto de esto. Así que igual también hoy es un buen día para mirar al centro de nosotras mismas con ojos compasivos y sacudirnos el miedo, y recordarnos que “al final, todo va a salir bien”. Me gusta pensarlo así.
Un abrazo, María!
TODO VA A SALIR BIEN
uffffffffffff
una lágrima asomándose en cada ojo.
una profunda respiración y
sí, todo va a salir bien!
A veces eso es lo único que necesitamos escuchar, ¿verdad? Alguien que nos diga: ¡Todo va a salir bien!
Un abrazo,
MF